viernes, 16 de mayo de 2008

LA ASAMBLEA DEL CLAUSTRO DEL I.E.S. LA GUANCHA, REUNIDA EL LUNES 12 DE MAYO DE 2008, QUIERE HACER SABER LO SIGUIENTE

La asamblea del Claustro del I.E.S. La Guancha, reunida el lunes 12 de mayo de 2008, quiere hacer saber lo siguiente a los claustros de los demás centros educativos de Canarias:

En nuestro IES existe una corriente de opinión casi unánimemente favorable a las actuales reivindicaciones laborales de nuestro colectivo. También son NUESTRAS reivindicaciones. Más que nunca ahora, cuando tan despreciados nos sentimos. Respetar las opiniones y decisiones de los demás siempre ha sido un rasgo de evolución cultural y civismo, una condición necesaria para la convivencia. Con respecto al derecho a la huelga, en nuestro Centro ha ocurrido, suponemos, lo mismo que en muchos otros: hay quien lo ha ejercido por convicción, hay quien lo ha ejercido menos convencido y hay quien no lo ha ejercido ninguna de las últimas convocatorias o sólo en algunas de ellas, sea por principios, sea por dudas o por cualesquiera razones. Todos somos soberanos de nuestras decisiones. A esto hay que decir que la situación, incierta en buena parte por nuestros errores, no ha ayudado a ganar adhesiones y apoyos a nuestra justa reivindicación: se han discutido –ha estado en boca de todos– el sentido y la eficacia de huelgas discontinuas y alternas por días e islas; la divergencia profunda entre nuestros sindicatos y otros que no lo son ha generado enorme confusión y malestar entre nosotros. Ello actúa en detrimento de la unidad de quienes creemos en la justicia de cuanto pedimos. En este momento es necesario hacer un poco de autocrítica para mejorar lo que hemos estado haciendo mal como grupo; a estas alturas eso es algo que pocos se atreverían a discutir.
Con respecto a la realización de actividades complementarias y extraescolares, de la que tanto se acusa a nuestro Instituto, especialmente por la celebración de nuestra VI Semana Cultural, seamos honestos: debería haberse planteado el asunto mucho antes y no ponernos en el brete de decidir a trasmano sobre una medida que al final nos ha ocasionado mayores perjuicios, malestar e incertidumbre que beneficios; nuestra Semana había comenzado a proyectarse desde el curso anterior y conocimos, quince días antes de su celebración, que la convocatoria de huelga coincidía en fechas. Puede que la medida en sí, adoptada de forma unánime y en el momento oportuno por los claustros de todos los centros, hubiera sido realmente efectiva y tal vez lo sea en el futuro, pero esta vez la forma –impedimentos legales y éticos– y el momento –iniciado el curso, puestos en marcha proyectos, organización de actividades y viajes– no parecen haber sido los adecuados. Hemos asistido a claustros y asambleas demenciales, llenos de tensión, discusiones a veces absurdas y estériles, dudas diversas, irresolución, incongruencias,... No nos quedemos con eso, extraigamos una enseñanza: admitir que nos hemos equivocado no es una afrenta, sino una señal de que estamos aprendiendo y de que podremos encontrar el camino correcto.

El pasado día 7 de mayo la Consejera (así, a secas, que aprenda a ganarse con honradez el tratamiento que estamos hartos de dispensarle por cortesía) visitó nuestro Centro con motivo de la presentación de la Muestra de Profesiones. No lo hizo con nuestro beneplácito. Quede claro que es potestad suya elegir dónde se celebra dicho acto y su decisión no es algo que hayamos podido impedir. Un grupo de profesores de nuestro Claustro y de compañeros de otros centros la recibieron con gritos en defensa de nuestras demandas y se produjeron dos incidentes. Uno de ellos muestra la actitud despótica y vengativa de los responsables políticos de Educación, que quieren devolvernos a la época del “¡Aquí mando yo y a callar!” propio del dictador de cualquier república bananera. Como consecuencia, algunos compañeros, con los que esta asamblea se solidariza, se hallan en una situación comprometida. Nos indigna, no nos sorprende. Rogamos que no se les utilice como carne de cañón para amedrentarnos y coartar nuestra libertad: con el daño que les causen no lograrán achantar a los demás.
El otro incidente tiene que ver con la colocación, por parte de algunos desaprensivos, en distintos puntos de la fachada y del interior de nuestro Centro de pegatinas y escritos con el escudo del IES La Guancha, en los que se nos escarnece genéricamente con frases ofensivas y reproches más que injustos. Esta acción nos ha dolido. Nos ha dolido mucho. Seamos razonables. Todos estamos en la misma nave y debemos remar en la misma dirección. Atacarnos unos a otros con reproches, insultos y gestos de desprecio como supusieron los pasquines dejados en nuestro Centro el día de la última visita de la Consejera es tirar a los remeros por la borda. ¿No nos damos cuenta de quién se beneficia de estos actos infantiles, de quién se congratula con nuestra desunión y aplaude sonriente cada vez que presencia nuestras disputas? ¿Vamos a darle el gusto? A veces, la sencillez de los adagios clásicos nos impide entender la verdad y la fuerza que contienen sus palabras: “Divide y vencerás”. Hemos cometido el error de subestimar la capacidad estratégica de esta Consejera, que, si bien ha convertido en bueno a cada uno de sus predecesores en el cargo, también ha demostrado con su intransigencia a ultranza que no es una enemiga –ella ha elegido serlo– cándida y que está al acecho de cualquier paso en falso que demos para armarse de los argumentos de los que ahora carece. Así que actuemos con la cabeza fría para no caer en sus insidias. A ella también habrá que respetarla, no nos equivoquemos pensando que no tiene idea de nada: ideas tiene, aunque no las que serían exigibles y nos gustaría que exhibiera. Ha conseguido separarnos planteando un preacuerdo que interesaba a algunos de nosotros y a otros no. Nuestros sindicatos se han dividido como consecuencia del resultado del referéndum, cuando lo lógico habría sido acatar la decisión mayoritaria del profesorado y seguir moviéndonos en grupo, en la misma dirección, obviando las rencillas que se originaron durante la campaña informativa sobre las opciones. Con la mayoría de los medios de comunicación en contra, la opinión pública –aquí todo el mundo sabe de todo– despotrica sobre nuestros sueldos y nuestros días de vacaciones. Resulta una verdad dolorosa que quien más debe velar por nuestra dignidad y prestigio es quien más ha contribuido a degradarlos. A esta situación sólo nos cabe enfrentar otro adagio: “La unión hace la fuerza”. Por ello, la Asamblea del IES La Guancha pide a todos los centros educativos de Canarias que olvidemos nuestros enfrentamientos y nuestras diferencias (¡Esa no es nuestra lucha, no perdamos tiempo y energía!), y nos concentremos en nuestros auténticos objetivos: RECIBIR UN TRATO DIGNO Y JUSTO de las autoridades educativas. Una cosa es segura: sólo lo conseguiremos juntos, docentes y sindicatos.

Un fuerte abrazo para los compañeros de todos los centros de Enseñanza de Canarias.

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