sábado, 24 de mayo de 2008

DOÑA DOLORES PADRÓN RODRÍGUEZ

Articulo recibido de: Bruno Juan Álvarez Abreu

PRIMERA ALCALDESA EN LA HISTORIA DEL VALLE DE LA OROTAVA

A Lola Padrón la conocía de vista a través de las televisiones locales y, sobre todo, de la prensa, pero un día primaveral a la caída de la tarde, precisamente en la portada de hierro de la entrada principal al polide­portivo del colegio de la Fundación San Isi­dro-Salesianos de La Orotava, me la encuentro en persona, sentada sobre las his­tóricas piedras por donde de niño subía a casa de mis abuelos paternos, José y Engracia, en el viejo ex hospital de San Sebastián. Entablé una conversación amena, simpática y, sobre todo, cordial, mientras ella esperaba por sus hijos que jugaban al balon­cesto en las bases del CB San Isidro.
Entre la presentación de rigor y el entablar un diá­logo de amistad, le recomendé que se pre­sentase a la alcaldía de mi Puerto de la Cruz, mi segunda ciudad. La contesta por su parte. Fue de rigurosidad, pues todo dependía de la agrupación socialista portuense, de su eje­cutiva, puesto que hasta ese momento ocupaba la presidencia de la misma. La verdad es qué le insistí que era una persona capacitada y válida para recuperar la alcaldía del Puerto de la Cruz por parte de su par­tido, pues poseía un talante progre­sista muy importante de cara al futuro, con un perfil de mujer total­mente preparada para el oficio de la política.
En la presentación le dije que era hermano de María Dolores Álvarez Abreu, propietaria-gerente de la esta­ción de servicio Texaco del Puerto la Cruz, en la carretera del Botánico (trabaja de contable un primo suyo y antiguo alumno mío del lES La Orotava Manuel González Pérez, Tomás Rodríguez y Rodríguez), que era viuda del portuense Delfín Padrón Jordán, familiar suyo por parte de su padre, y así conversamos hasta la despedida. Le indiqué que mi hermana tenía una hija que se llama como ella, Dolo­res Padrón, actual esposa del concejal de Cultura y teniente de Alcalde del Excmo. Ayuntamiento de La Orotava, Francisco Linares.

Dos meses después era elegida alcaldesa del Puerto de la Cruz en un acuerdo con el - Partido Popular, y hasta la preparación de este importante trabajo no la veía para feli­citarla por el acontecimiento.

Traer a esta dama portuense que se crió en la histórica calle de la Hoya, muy cerca de la playita de San Telmo, a esta columna de Villeros Ilustres es un verdadero placer para todos los habitantes del Valle de La Orotava, por tratarse de la primera donce­lla que ocupa el trono de alcalde en la his­toria del antiguo Valle de Taoro.

Lola Padrón es una mujer para la histo­ria del Puerto de la Cruz. La victoria en las últimas elecciones municipales, al frente de un renovado PSOE, hizo entrar a esta mujer progresista en la historia portuense. Lola no sólo logró reconquistar para los socialistas el poder en uno de sus feudos más tradi­cionales de la isla, sino que se convirtió en la primera alcaldesa portuense en los tres­cientos cincuenta años de historia de esta ciudad modelo de aperturismo y cosmopolitismo, y en los quinientos años de la con­quista del Valle de La Orotava por los cas­tellanos. Y lo logró precisamente, ella, quien durante toda su vida se ha significado por su permanente labor en defensa de los dere­chos de las mujeres y por la igualdad social. Con Lola en la alcaldía, la ciudad turística ha recuperado rápidamente la ilusión. Una ciudad contagiada por la energía, la capa­cidad y la decisión de una mujer valiente que, a pesar de las presiones o exigencias típicas de la vida de cualquier político, tal vez, lógicamente de quienes intentan hacer fracasar el pacto entre PSOE y PP en el Ayuntamiento del Puerto de la Cruz, sigue adelante con un proyecto político pensado por y para los portuenses, con el interés general como único punto principal. El Puerto tiene de nuevo al frente un líder con carisma y con preparación, al frente de un equipo joven, capaz de afrontar los difí­ciles retos del siglo XXI. Ese nuevo líder portuense es una mujer y se llama Lola. Pero acerquémonos al personaje. ¿Quién es Lola? María Dolores Padrón Rodríguez nació en el Puerto de la Cruz el 21 de agosto de 1963, en el seno de una familia humilde. Es la mayor de siete hermanos. Tiene dos hijos de nueve y trece años, y una hija de dieciocho. Es diputada regional del PSC-PSOE, y desde el 16 de junio de 2007 se ha convertido en la primera alcaldesa en la historia de la primera ciu­dad turística de Canarias gracias al pacto sus­crito con el PP. Lola, como popularmente se la conoce en su ciudad y como le gusta que la llamen, es de esas pocas políticas que nos tropezamos en la calle, charlando con la gente, en el ambulatorio, comprando en el supermercado o paseando por los barrios; una mujer con gran facilidad para conectar con el gentío, desde los mayores hasta el más joven, de una forma admirable y natural. Es una mujer muy social y muy sociable, aunque su mayor orgullo, sin lugar a dudas, son su familia y sus tres hijos. Estudió en el Colegio "Pureza de María" hasta BUP. Hizo el COU en el Instituto por­tuense "Agustín de Betancourt". Maestra especialista en Ciencias Humanas y Licen­ciada en Psicopedagogía por la Universidad de La Laguna (ULL), desde 1988 es coor­dinadora en excedencia de la Universidad Popular Municipal "Francisco Afonso Carri­llo". Lola Padrón es una mujer luchadora y de arraigadas convicciones sociales. Desde muy joven siempre fue a contracorriente. Comenzó a demostrar su compromiso con el Puerto de la Cruz como miembro cons­tituyente del Consejo Municipal de la Juventud, pionero en toda Canarias. Además, ha sido una activista defensora de los dere­chos de las mujeres y de la infancia, y siem­pre ha estado vinculada al asociacionismo. Es miembro de las asociaciones de mujeres "María Pérez Trujillo" y "Amalgama".

La cultura desde la pintura a la lectura pasando por la música y el deporte ha sido y son dos de sus grandes aficiones. Una debilidad juvenil que añora son los baños en su querida y convecina playa de San Telmo, con su pandilla de amigos y amigas de toda la vida. Enamorada de la gastrono­mía canaria y de las flores y de las plantas, de las que gusta rodearse hasta en su des­pacho de la alcaldía, una de sus principa­les manías es la fobia al color amarillo que procura evitar por todos los medios en su indumentaria.

Política joven pero experimentada, María Dolores Padrón ha sido concejala de Edu­cación, Juventud y Mujer del Ayunta­miento de Puerto de la Cruz (1991-1995). Además, ha sido diputada regional del Partido Socialista Canario en la V Leguislatura (1999 – 2003) y en la VI Legislatura (2003 – 2007), donde ejerció de portavoz de Educación del PSC. En esta etapa de ocho años coincidió con uno de los que considera su maestro en la política, Juan Carlos Alemán. Otro referente fundamental en los comien­zos de su carrera fue el tristemente llo­rado y un gran amigo mío desde la infancia Francisco Afonso Carrillo, quien fuera alcalde de Puerto de la Cruz y Gobernador de Tenerife. En el seno del PSOE, Lola Padrón.

Ha sido militante de Juventudes Socia­listas desde 1980. También fue secretaria general de la Juventudes Socia listas (1987), secretaria de la Mujer de la Agrupación Socialista portuense (1994 - 1998) Y a nivel regional durante ocho años. Asimismo, ha sido miembro de los comi­tés federal, regional e insular del PSOE. Es presidenta de la Agrupación Socialista por­tuense desde 2004.

Su carácter luchador y reivindicativo y su larga experiencia en cargos orgánicos y públicos, han hecho de Lola Padrón en la actualidad un referente, una líder nata den­tro y fuera de su partido, tanto a nivel local como en el ámbito regional. Pero Lola tiene en su mente como prin­cipal objetivo reactivar su Puerto de la Cruz, caso que ella misma destacó durante su toma de posesión, que dará al Puerto de la Cruz "un gobierno honrado, eficaz y transparente, basado en el diálogo y en la defensa del inte­rés general para colocarlo a la vanguardia del siglo XXI". Desde el primer día en la alcaldía su gran objetivo es unir a todos los sectores públicos y privados para lograr la reactivación social, económica y turística de Puerto de la Cruz. Ese reto pasa en primer lugar, en opinión de la alcaldesa, por la potenciación de la marca turística propia y diferenciada de la que, desde el punto de vista histórico, es la primera ciudad turística de Canarias, y que desde 1955 está declarada "lugar de interés turístico" por una orden ministerial. Porque el Puerto no es sólo turismo. Aquí se guar­dan otros muchos valores y atractivos his­tóricos, culturales, gastronómicos, patri­moniales, etc., que en opinión de Lola Padrón no han sido aprovechados hasta ahora para enriquecer la oferta de ocio de un municipio pequeño, pero que tiene mucho que ofrecer.

La reactivación de Puerto de la Cruz se ha puesto en marcha con una serie de pro­yectos que están empezando a cristalizar, como la ampliación del Jardín Botánico y de Aclimatación, el puerto deportivo-pes­quero con conexión con la isla de La Palma, que está en trámite de información ambien­tal; el Parque Marítimo Municipal, la Ciu­dad Deportiva de San Felipe, la regenera­ción del Parque Taoro y la playa de Mar­tiánez, la regeneración integral de la zona de Martiánez, la reforma del auditorio del Parque San Francisco y la recuperación del Festival Internacional de Cine Ecológico y de la Naturaleza, una de las iniciativas más ambiciosas abordada por el equipo de gobierno (PSOE-PP), precisamente para el año 2009. La organización de esta tradi­cional y clásica muestra del cinéfilo, que durante los años ochenta del siglo pasado colocó a la ciudad en un plano destacado entre los festivales cinematográficos, y, sin embargo, feneció a mediados de la década de los noventa. Por si fuera poco, se proyecta que corra a cargo de la Fundación Teleforo Bravo. El Objetivo es que en esta nueva entidad sociocultural, que ahora se halla en proceso de constitución, participen el Gobierno de Canarias, el Cabildo de Tene­rife y el ayuntamiento portuense, de manera que su carácter institucional garantice en el futuro, por ejemplo, "que, al margen de quién gobierne en cada momento, el Festi­val Internacional de Cine Ecológico goce de continuidad”. Con este paquete de importantes actua­ciones y con la unidad y la colaboración de todos, Lola Padrón confía en que Puerto de la Cruz vuelva a estar muy pronto en la van­guardia del turismo internacional.

Lo que a mí en particular me parece evi­dente, y creo no equivocarme, es que Lola con todo el corazón puntualice su desem­barco en la política municipal de los ranilleros de verdad. Lola se ha convertido en una de las principales novedades del muni­cipalismo canario, máxime en una corpo­ración como la portuense. Se trata, asi­mismo, de un ejemplo más del avance de la mujer en los puestos de responsabilidad política. Y en esto creo no equivocarme desde aquella tarde en que la convencí para que cumpliera con su objetivo, en mi pri­mer encuentro personal delante de lo que fue muchísimos años el hogar familiar de mis abuelos paternos en La Orotava y de la por­tada de hierro, que en ocasiones traspasé para educarme en el bachillerato con los Salesianos y para jugar al fútbol en aquel recinto futbolero de antaño, tipo de un polí­gono irregular en los recordados campeo­natos del oratorio festivo promulgado por el inolvidable salesiano, que tanto luchó por sus causas don Antonio Montero Marroquí. De todo yo me quedo con esta magnífica fiase que es mencionada en este memorando a Lola: "La flamante alcaldesa dará al Puerto de la Cruz un gobierno honrado, efi­caz y transparente, basado en el diálogo y en la defensa del interés general para colo­car/o a la vanguardia del siglo XXI". El Puerto de la Cruz se merece desde que per­dió el famoso tren económico ser ciudad pio­nera en el turismo en el Norte de Tenerife y en el archipiélago canario.

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