lunes, 2 de junio de 2008

DON ISAAC VALENCIA DOMÍNGUEZ, PRIMER ALCALDE CON MÁS DE 25 AÑOS EN EL AYUNTAMIENTO DE LA OROTAVA.

Articulo recibid de: Bruno Juan Álvarez Abreu

Nació en el propio municipio de La Orotava el 16 de diciembre de 1937, en un lugar entonces rodeado por el campo, históricamente conocido por la Cruz de Los Martillos. Estudió en las escuelas publicas instaladas en lo bajo del edificio consistorial, para luego terminar el bachillerato en el Colegio de San Isidro de los padres salesianos. Y además estudia dibujo en la escuela municipal de José María Perdigón. Estudia aparejador en las escuelas politécnica de la Laguna, profesor jubilado de las Escuela de Arquitectos Técnicos de la Universidad de la Laguna. De familia de carpinteros, su padre don Isaac Valencia Pérez un excelente ebanista de la villa, desde niño siempre estuvo atraído por la política y quiso trabajar en pro de su pueblo. Así, en el año 1978 junto a Francisco Sánchez, Isidoro Sánchez, Antonio Santos y otros, se unió a 8 asociaciones vecinales del municipio para conformar la Agrupación Independiente Orotava AIO con el objeto de luchar y reivindicar el desarrollo de la zona alta del municipio, que carecía de elementos básicos como la luz, red de agua potable, vías, plazas y otras infraestructuras o recursos necesarios para vivir con unos mínimos de calidad. Unidos se presentaron como formación política a las elecciones municipales de 1979 que le supuso un gran éxito para sus inicios, ya que consigue 8 ediles y Francisco Sánchez, sin mayoría, accede a la alcaldía, recibiendo Isaac Valencia el cargo de teniente de alcalde y concejal de urbanismo. En 1983, Valencia se presenta como candidato a alcalde de la Villa bajo las nuevas siglas de ATI, convirtiéndose en el primer mandatario del municipio con una mayoría simple. Desde esa fecha hasta la actualidad ostenta este cargo, aunque alcanzando un gran respaldo vecinal y la mayoría absoluta en el resto de elecciones municipales. Desde aquellos años y hasta la actualidad su obsesión ha sido mejorar y modernizar La Orotava, logrando con su insistente e incansable empeño crear un prestigioso y envidiable municipio, caracterizado por su valor histórico artístico, la belleza de sus jardines, sus espectaculares parajes desde la costa hasta las Cañadas del Teide, sus gentes afables y sus solemnes fiestas en honor al Corpus Christi y San Isidro Labrador. Además de ser alcalde de la Villa ha sido miembro, a petición de la FEMP, del Consejo Nacional de Bosques del Ministerio de Medio Ambiente y de la Asociación de Municipios con Territorio en Parques Nacionales, así como del Patronato del Parque Nacional del Teide. Pertenece a las cofradías villeras; nuestra señora del Carmen, esclavos del Santísimo Cristo del Columna en San Juan Bautista, el Calvario y fundador de la del Nazareno de Santo Domingo. A lo largo de su carrera profesional ha sido merecedor de distintas distinciones como la condecoración del Ministerio de Justicia de la medalla de San Raimundo de Peñafort, por lo que adquiere el tratamiento de ilustrísimo señor.
Valencia aboga por un desarrollo integral no sólo de La Orotava, sino del Valle, aunque incida inevitablemente en el paisaje. El territorio tiene que sufrir de alguna manera una transformación para su adecuación a los tiempos presentes y futuros. No podemos seguir teniendo el Valle lleno de plataneras, apunta. Valencia afirma que el cultivo del plátano sólo tiene cien años de historia y siempre he dicho que no quiero la platanera porque es objeto de esclavitud, lo fue y sigue siendo. Las gentes que trabaja en la platanera es la que menos ingresos tiene, este tipo de cultivo no está dando los resultados que se preveían. Apuesta por crear infraestructura que ofrezcan una proyección internacional a la comarca, como podría ser la universidad privada que quiere instalarse en La Orotava.
La periodista Gabriela Gulesserian desde el Diario Aviso del 1 de junio del 2008, dice de Isaac Valencia, que ya cumplió los 25 años y "unos días" como alcalde, aunque lleva 30 en el Ayuntamiento, porque sus primeros pasos los dio como concejal de Hacienda y Urbanismo. Y a pesar de que este aniversario coincide con las fiestas del Corpus, las más importantes de la Villa, está viviendo este momento "con toda normalidad". Se siente orgulloso de ser alcalde de la Villa y no le importa presumir del nivel cultural, social y educativo que tiene la gente "de su pueblo". Será por ello que aunque le ofrecieron en varias ocasiones "probar suerte" en otras instituciones como el Cabildo o el Gobierno de Canarias, lo rechazó. En este sentido, afirma, rotundamente, que el día que se retire lo hará definitivamente para irse a su casa. Es un balance global del mejor vivir de mis vecinos, de cómo conocí a mi pueblo hace 25 años a lo que es hoy, no hay duda de que el desarrollo ha sido extraordinario. La Orotava carecía de una cantidad de servicios básicos como agua, luz eléctrica, colegios; los caminos eran puros barrancos, no había locales sociales ni infraestructuras sanitarias o educativas y nuestro patrimonio estaba abandonado por completo. Había incluso diferencias sociales que por suerte han desaparecido por completo. Actualmente todas las personas que viven en este pueblo son iguales, independientemente del lugar o el sitio en el que vivan". De 180 grados, porque en esos años había muy pocos empleados. Casi todos los servicios municipales se han ido incorporando en estos años. Las carencias en todos los aspectos eran enormes, empezando por la propia policía, que apenas había media docena en plantilla y hoy llegan a 50 y tantos. En servicios sociales no había prácticamente nadie y hoy todos los ayuntamientos se fijan cómo los lleva la Villa. Por algo será". "Hay que pensar que veníamos de una época que no era democrática y, por lo tanto, la forma de comportarse no tenía nada que ver con la actual, donde los vecinos se sienten partícipes y vienen al Ayuntamiento a reclamar sus cosas.
En aquellos momentos no podían hacerlo porque estaba prohibido y nadie podía ir a protestar. En eso hemos ganado muchísimo. A mí me ha tocado estar en este Ayuntamiento desde el inicio de la democracia, la he disfrutado y, desde mi punto de vista, la he ejercido desde el año 1979. Y me da la impresión de que los vecinos, en general, tienen que estar contentos cuando a uno lo vuelven a votar para estar ahí". "A pesar de todo lo que hemos adelantado y de las prestaciones que hemos puesto al servicio de los ciudadanos, nunca nos quedamos parados. Porque la sociedad evoluciona y cada día que pasa se plantean nuevas necesidades, por ejemplo en sanidad, que hay que ponerla acorde a las circunstancias. También en educación, las cosas cambian y las nuevas tecnologías se imponen, y por eso hemos optado porque La Orotava tenga una universidad. Esto supondrá un avance, desde cualquier punto de vista, para los vecinos de La Orotava y de la comarca. Es una asignatura pendiente pero que va a caminar, cuestión de tiempo, sin poner fecha porque estas cosas llevan su proceso. La interconexión vecinal de barrios y casco exige viarios que estén todavía por resolver y hay que crear infraestructuras que propicien nuevos puestos de trabajo. Y después, la proyección de La Orotava a nivel exterior. Si hoy la Villa tiene su parque nacional que es patrimonio mundial, esta imagen hay que proyectarla hacia el exterior. Otro tema muy importante es que se potencie al máximo el casco antiguo, que ahora mismo está un poco adormecido por decirlo de algún modo, porque parte del territorio se ha quedado vacío de habitantes. Hay que potenciar, vitalizar esta zona, y darle otras actividades para que se pueda activar". "No. No me arrepiento absolutamente de nada. Me siento muy feliz de haber dedicado 29 años al mejor vivir de mi gente. Una labor conjunta que empieza por los concejales que he tenido a mi lado, tanto los del grupo de gobierno como los de la oposición.
Porque a mí me ha tocado la responsabilidad máxima de ser su representante, pero evidentemente, si los vecinos no hubiesen colaborado, sería imposible. Creo que el nivel de vida de la Villa está a la vista y, como digo siempre, no llueve a gusto de todos pero tiene que llover". "Pues no lo sé. Yo siempre pongo el cargo a disposición de mi partido. Aún me quedan tres años de este gobierno y vamos a ver si los aguantamos con salud, porque ya no soy un niño. El tiempo dirá si se han hechos las cosas mejor o peor. Los que vivimos hoy no estamos capacitados para valorarlas, sino para enjuiciarlas y criticarlas. Y yo desde ese punto de vista nunca entro en polémica con nadie, cada uno que diga lo que quiera. Porque la responsabilidad que uno tiene está por encima de todas las opiniones individuales. A mí me vale la opinión colectiva, y si ésta son todos los miles de personas que me votaron para seguir ahí, ése es mi valor, mi preocupación y mi responsabilidad. Magnífica responsabilidad, no tremenda responsabilidad, como dicen otros". "Cuando accedí a la alcaldía por primera vez, con toda mi familia, porque yo nunca pensé ser alcalde de mi pueblo. Ese día fue como un cambio de vida extraordinario. Yo era concejal anteriormente, pero la diferencia entre ser concejal y ser alcalde es muy grande. Porque las necesidades de los vecinos en ese momento también eran muy grandes".
"He tenido momentos relativamente tristes, de manifestaciones innecesarias que se han producido en colegios donde los profesores han sacado a los niños a la calle y cortaron el tráfico porque el colegio no funcionaba, como ocurrió hace unos 15 años en Barroso. También hace años, en un centro de la parte alta de La Piedad, había que quitar unas antenas porque eran perjudiciales para la salud. Una señora vasca sacó a los niños a la calle y los trajo en manifestación hasta la plaza. La señora se marchó al poco tiempo y se acabó el cuento. Estas cosas son tristes porque se manipula a los niños. También lo fue cuando tomé posesión en el anterior mandato y un grupo de personas, conocidas, vino a chillarme y a insultarme. Yo estaba con mi familia y mis compañeros y fuimos vejados sin necesidad. Pero al cabo del tiempo todo eso se quedó en nada porque seguimos gobernando y ellos se quedaron en evidencia. Por suerte o por desgracia a todos los conozco. Algunos han venido luego a pedirme disculpas, otros han pasado de largo, pero al final, el tiempo lo cura todo".

Este amigo de toda la vida, su padre muy amigo de mi padre Juan y su madre de mi madre María, lo aprecio de todo corazón, yo siempre lo he querido como un hermano y en mi mente lo definiría como dice Heiddeger, la metafísica reemplaza la unidad por una diversidad múltiple, montando un mundo para el cual la diferencia es el rasgo característico del ser, por lo que postmetafísico no es equivalente a lo postmoderno en términos estrictos, ya que lo primero se ajusta específicamente a la razón filosófica. Mientras el pensamiento metafísico ordenaba su discurso en torno a la identidad, el principio de diferencia es el nexo articulatorio del discurso postmetafísico, que apunta a convocar al ser a presentarse en el ente para conferirle unidad y estabilidad. Éste se enciende y estalla en la particular inestabilidad que colorea el nuevo derrotero del pensamiento.

El amigo Isaac, ha querido hacer de su Orotava, una transición muy amplia desde aquellas barreras arquitectónicas a la intemperie de hoy, sin tener en cuenta los colores, ni los pensamientos, digo esto pues hace treinta años la Orotava terminaba por el norte en la calle Viera y por el sur en la ermita de Santa Catalina. Arriba, mucho verde, penurias, sin agua corriente, ni luz, muchos seres humanos descalzos, y poca comida y para abajo muchas cuadrillas de trabajadores en las plataneras y muchos estanques de aguas cristalinas.

Aquí va el desarrollo de esta tarea, tratada con objetividad, y a la luz del conocimiento y con el debido respeto que toda persona se merece, por el libre albedrío que posee, sea o no correcta su forma de ver la vida.

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