Información recibida hoy 15 de mayo de 2008, donde pasamos a informara la situación en que se encuentra el Profesorado.
La Consejería plantea un escenario leonino inaceptable hasta por los sindicatos firmantes y que deja a las claras lo que pretendía ser el preacuerdo. La Consejería más sola que nunca.
La tarde comenzó con el recibimiento por parte del profesorado allí reunido hacia los sindicatos firmantes con un silencio casi sepulcral que trataba de expresar la repulsa del profesorado hacia la actuación poco democrática de estos sindicatos. Este silencio sólo fue roto por los presentes una vez estos cruzaban la entrada del edificio de Usos Múltiples II, momento en el que las consignas más escuchadas eran las relativas a su actuación poco democrática y sospechosa. Al parecer, el representante del CSIF, al ver la situación, optó por elegir otro acceso al edificio, siendo el único de los representantes que evitó dar la cara ante los concentrados.
Instantes más tarde entraba el Comité de Huelga entre los aplausos del profesorado allí congregado y el reconocimiento hacia su labor de respeto democrático a lo refrendado por el 80% de los docentes.
Posteriormente se supo que el Comité de Huelga solicitó ser recibido en una mesa aparte. Tras una consulta el Viceconsejero accedió a ello.
A medida que iba avanzando la tarde en la calle aumentaba la tensión en espera de noticias.
De pronto salió el representante de INSUCAN que se había levantado de la mesa.
Los sindicatos firmantes se negaron a recibir ningún documento por parte de la Consejería ante la presión del profesorado, dejando más sola aún a la Consejera y abriendo una pequeña rendija a la recomposición de la unidad sindical, que casi han cerrado en posteriores declaraciones a los medios en las que han criticado al Comité de Huelga legalmente establecido y que se ha mantenido fiel a lo expresado por el profesorado. Nuevamente han sido utilizados por la Consejería para hablar de desunión sindical, que no del profesorado en conjunción con el comité y las asambleas, para justificar sus fracasos.
Por el contrario, el Comité de Huelga sí que accedió a escuchar la propuesta que presentaba la Consejería, demostrando una vez más su voluntad negociadora.
Esta propuesta de la Consejería dejaba a las claras la plasmación de lo que hubiese significado la concreción del tristemente famoso preacuerdo, dando una vuelta más de tuerca en las posturas leoninas de la Consejería, y ofreciendo al profesorado la realización de unas horas extras a cambio de realizar nuevas funciones tales como asumir la atención temprana, dar cases extraescolares de apoyo, impartir docencia en inglés, dar formación a los padres los sábados, etc., así como endurecer los medios coercitivos, fortaleciendo las figuras de los directores y la inspección, eliminando los cauces de participación y pretendiendo establecer el miedo como herramienta de trabajo, a la vez que desautoriza la labor de la inspección, encomendándole otras más propias de una comisaría política que de una institución que ha de dinamizar los centros y ayudar a solucionar los problemas existentes.
Ante esta postura intransigente de la Consejería, que demuestra no sólo su escasa capacitación para el diálogo y la negociación, sino su nula voluntad de llegar a algún acuerdo, al endurecer sus planteamientos iniciales, el Comité, que tal y como hemos señalado acudió abierto a escuchar, no tuvo otro remedio que rechazar una vez más esta nueva tomadura de pelo por parte de la Consejería, que nunca ha tenido intenciones de llevar a cabo una negociación real.
Es de destacar, la cohesión y unidad de acción del Comité de Huelga, que actuó como tal y no como una mera yuxtaposición de sindicatos, adoptando de manera coordinada y consensuada los pasos a seguir.
Como resultado de esta jornada nos encontramos con una Consejera más sola y aislada que nunca, cuestionada por todos los sectores educativos incluidos los alumnos que han manifestado de forma clara y contundente su postura crítica hacia la consejera, y unos medios de comunicación cuyos principales editoriales se han posicionado de manera crítica ante su proceder y modos impropios de actuar de la máxima representante educativa.
En estos momentos el único apoyo que recibe esta Consejera es el del Presidente Paulino Rivero, cuya actuación mesiánica es ya claramente cuestionada por buena parte de su gobierno y partido, a sus espaldas por supuesto, y que sólo parecen esperar a dejarlo hundirse un poco más hasta que debilitado, puedan iniciar el asalto a la nave. Lo malo, es que de tanto esperar ya no les quede nave que asaltar ni castillo que tomar.
En definitiva, Milagros Brito se presenta incapaz de encontrar una salida a un conflicto que ha enconado, y que por más que se empeñe en poner la mano para tapar el sol, éste no se va a diluir, sino que por el contrario amenaza con arrastrarla no sólo a ella y a su presidente, sino a todo el partido que los sustenta en caso de que no se produzca una rápida y efectiva reacción.
La Consejería plantea un escenario leonino inaceptable hasta por los sindicatos firmantes y que deja a las claras lo que pretendía ser el preacuerdo. La Consejería más sola que nunca.
La tarde comenzó con el recibimiento por parte del profesorado allí reunido hacia los sindicatos firmantes con un silencio casi sepulcral que trataba de expresar la repulsa del profesorado hacia la actuación poco democrática de estos sindicatos. Este silencio sólo fue roto por los presentes una vez estos cruzaban la entrada del edificio de Usos Múltiples II, momento en el que las consignas más escuchadas eran las relativas a su actuación poco democrática y sospechosa. Al parecer, el representante del CSIF, al ver la situación, optó por elegir otro acceso al edificio, siendo el único de los representantes que evitó dar la cara ante los concentrados.
Instantes más tarde entraba el Comité de Huelga entre los aplausos del profesorado allí congregado y el reconocimiento hacia su labor de respeto democrático a lo refrendado por el 80% de los docentes.
Posteriormente se supo que el Comité de Huelga solicitó ser recibido en una mesa aparte. Tras una consulta el Viceconsejero accedió a ello.
A medida que iba avanzando la tarde en la calle aumentaba la tensión en espera de noticias.
De pronto salió el representante de INSUCAN que se había levantado de la mesa.
Los sindicatos firmantes se negaron a recibir ningún documento por parte de la Consejería ante la presión del profesorado, dejando más sola aún a la Consejera y abriendo una pequeña rendija a la recomposición de la unidad sindical, que casi han cerrado en posteriores declaraciones a los medios en las que han criticado al Comité de Huelga legalmente establecido y que se ha mantenido fiel a lo expresado por el profesorado. Nuevamente han sido utilizados por la Consejería para hablar de desunión sindical, que no del profesorado en conjunción con el comité y las asambleas, para justificar sus fracasos.
Por el contrario, el Comité de Huelga sí que accedió a escuchar la propuesta que presentaba la Consejería, demostrando una vez más su voluntad negociadora.
Esta propuesta de la Consejería dejaba a las claras la plasmación de lo que hubiese significado la concreción del tristemente famoso preacuerdo, dando una vuelta más de tuerca en las posturas leoninas de la Consejería, y ofreciendo al profesorado la realización de unas horas extras a cambio de realizar nuevas funciones tales como asumir la atención temprana, dar cases extraescolares de apoyo, impartir docencia en inglés, dar formación a los padres los sábados, etc., así como endurecer los medios coercitivos, fortaleciendo las figuras de los directores y la inspección, eliminando los cauces de participación y pretendiendo establecer el miedo como herramienta de trabajo, a la vez que desautoriza la labor de la inspección, encomendándole otras más propias de una comisaría política que de una institución que ha de dinamizar los centros y ayudar a solucionar los problemas existentes.
Ante esta postura intransigente de la Consejería, que demuestra no sólo su escasa capacitación para el diálogo y la negociación, sino su nula voluntad de llegar a algún acuerdo, al endurecer sus planteamientos iniciales, el Comité, que tal y como hemos señalado acudió abierto a escuchar, no tuvo otro remedio que rechazar una vez más esta nueva tomadura de pelo por parte de la Consejería, que nunca ha tenido intenciones de llevar a cabo una negociación real.
Es de destacar, la cohesión y unidad de acción del Comité de Huelga, que actuó como tal y no como una mera yuxtaposición de sindicatos, adoptando de manera coordinada y consensuada los pasos a seguir.
Como resultado de esta jornada nos encontramos con una Consejera más sola y aislada que nunca, cuestionada por todos los sectores educativos incluidos los alumnos que han manifestado de forma clara y contundente su postura crítica hacia la consejera, y unos medios de comunicación cuyos principales editoriales se han posicionado de manera crítica ante su proceder y modos impropios de actuar de la máxima representante educativa.
En estos momentos el único apoyo que recibe esta Consejera es el del Presidente Paulino Rivero, cuya actuación mesiánica es ya claramente cuestionada por buena parte de su gobierno y partido, a sus espaldas por supuesto, y que sólo parecen esperar a dejarlo hundirse un poco más hasta que debilitado, puedan iniciar el asalto a la nave. Lo malo, es que de tanto esperar ya no les quede nave que asaltar ni castillo que tomar.
En definitiva, Milagros Brito se presenta incapaz de encontrar una salida a un conflicto que ha enconado, y que por más que se empeñe en poner la mano para tapar el sol, éste no se va a diluir, sino que por el contrario amenaza con arrastrarla no sólo a ella y a su presidente, sino a todo el partido que los sustenta en caso de que no se produzca una rápida y efectiva reacción.
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