
Cómodamente sentado en banco de madera, bajo uno de los frondosos laureles de India y al socaire de su fresca sombra, leía el tinerfeño periódico EL DIA. Perdí la noción del tiempo. Hasta darme cuenta de que, tenía que cambiar de banco, porque el Sol me castigaba sin piedad. Ahora, desde el nuevo lugar, frente a la pila de agua central, la añosa ñamera cautivó mis sentidos. Antes era distinta, como todo lo viejo, sin despreciar su actual fisonomía, mimosamente cuidada para deleite de quienes sensiblemente nos deleitamos contemplándola.
Horas ejercitando y sin sentir cansancio alguno, con el incentivo de ver caras interesantes y bonitas... Guardamos recuerdos inolvidables de aquella Plaza tan popular, engalanada tan bellamente, por su ñamera central, sus palmeras canarias y los exuberantes laureles. Solar habitual, donde pernoctaban en sus árboles ingente cantidad de aves, se les veían llegar de regreso a sus nidos antes que muriera la tarde, alegrando el lugar.
Sigo cobijado en la sombra, percibiendo el contacto acariciador del aire salitroso de la orilla costera, sigo refugiado con los recuerdos en aquel Puerto de antaño, con desmedida nostalgia. Cierro los ojos y siento la sensación vivida en aquellas tardes apacibles, oyendo el trinar de los pájaros y el tímido susurro de voces emocionadas que entregaban la pasión contenida a su ser amado. ¡Veo tan lejos aquellos días!, y sin embargo los siento con la misma intensidad y emoción de entonces, a pesar de estar solo, acariciando mi habitual periódico.
Sigo cobijado en la sombra, percibiendo el contacto acariciador del aire salitroso de la orilla costera, sigo refugiado con los recuerdos en aquel Puerto de antaño, con desmedida nostalgia. Cierro los ojos y siento la sensación vivida en aquellas tardes apacibles, oyendo el trinar de los pájaros y el tímido susurro de voces emocionadas que entregaban la pasión contenida a su ser amado. ¡Veo tan lejos aquellos días!, y sin embargo los siento con la misma intensidad y emoción de entonces, a pesar de estar solo, acariciando mi habitual periódico.
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